En las orillas del Embalse del Ebro, al Norte de la provincia de Burgos y al Sur de Cantabria, se emplaza la localidad de Arija. Rodeada por un paraje de gran belleza, sus playas naturales de blanca y fina arena otorgan un carácter diferente a este espacio. De Arija se divisan varias cumbres de la Cordillera Cantábrica como El Escudo o Tres Mares, lugar dónde se ubica la estación invernal de Alto Campoo.

Panorámica

El entorno del Embalse del Ebro ha originado un ecosistema que se caracteriza por su variedad. Desde su construcción, hacia la mitad del siglo XX, podemos encontrar una amplia colonia de cigüeña blanca. Junto a ella, y en plena armonía, conviven el pato, la garza real y una larga lista de aves. Por esta razón el embalse ha sido declarado Reserva Nacional de Aves Acuáticas.

A escasos kilómetros se halla uno de los bosques atlánticos más grandes y variados de España, en cuya propiedad participa Arija: Es el Monte Hijedo. Un bosque mixto, poblado principalmente por hayas y robles, entre los que tambiŽn encontramos acebos, pinos, encinas e incluso algœn bello ejemplar milenario del árbol sagrado de los Druidas: El Tejo.

Arija está dividida en dos barrios, separados por el Embalse del Ebro, una de las masas de agua de mayor volumen de la Península. En el barrio antiguo, la torre de la iglesia de Nuestra Señora, edificio del siglo XIX, con portada gótica, resalta por su curioso campanario.

 

Entre el caserío de este barrio, de estilo montañés, se alza el antiguo colegio fundación, una construcción del siglo XIX que se caracteriza por su espadaña El antiguo Palacio Episcopal luce dos espléndidos escudos en la fachada y hoy recobra su utilidad como Ayuntamiento.

  Junto a la playa se extiende el barrio de la Virga, creado tras la instalación en 1.906 de la fábrica Cristalería Española, que eligió este lugar por la excelente calidad de su arena. Durante el siglo XX, motivada por la construcción del embalse, la fábrica debió de abandonar Arija. Su lugar ha sido ocupado por la empresa Arena de Arija.

Las playas son un gran aliciente para disfrutar de una agradable jornada. Las prácticas deportivas junto al embalse son muy variadas: actividades acuáticas que organiza el Club Naútico (windsurf, vela, o piragüismo), pesca, senderismo, bici de montaña o equitación.

Los amantes de la micología podrán encontrar una rica variedad de setas. Las instalaciones del camping son una acertada elección para la estancia. En los últimos años ha crecido el interés por el entorno como lugar de veraneo, hecho que ha favorecido la edificación de nuevas viviendas y parcelas.